En el Museo del Foro Romano de Valencia se expone un delicado stylus de hueso, junto a lo que queda de un antiguo pozo ritual, que nos recuerda styli similares expuestos en los Museos Arqueológicos de Segóbriga, Tarragona, Sagunto y Madrid, y también aquellos otros que tantas veces fueron representados, junto con otros instrumenta scriptoria, en los frescos de las ciudades Pompeya y Herculano, ubicadas en la Campania Felix, con la que mantuvo relaciones nuestra Valentia Romana.
Estas imágenes de los instrumenta scriptoria (styli o punzones, calami o cañas, tabellae ceratae o tablillas de cera, volumina o rollos de papiro e incluso capsae ), a veces acompañados de sus dueños, nos hablan, junto a los graffitis y los tituli picti, de unos pueblos que sabían apreciar la escritura.
Iniciaremos un breve recorrido por estos instrumenta scriptoria, que iluminaron habitaciones y tiendas , en el contexto en que aparecen en estas pinturas de Pompeya y Herculano, y tiempo habrá para hablar con detalle de cada uno de ellos en Scripta Antiqua.
Las dos pinturas más conocidas, expuestas en el Museo Arqueológico de Nápoles, son, sin duda alguna, la de Terentius Neo y su bella esposa, y la de la joven llamada Safo.
Es importante, desde luego, el fresco del "panadero" Terentius Neo, según otros, el panadero Proculus, que podemos ver en el Museo Arqueológico de Nápoles, inventariado con el núnero 9058, donde se nos muestran conjuntamente las tablillas de cera y el papiro, los dos elementos de escritura más conocidos en la antigüedad grecolatina y que precisamente más han sufrido por su fragilidad la acción devastadora del tiempo.
Ella sujeta un codex triptychon, o conjunto de tres tablillas enceradas, ligadas, semiabierto en su mano izquierda y un stylus o punzón en su mano derecha y él un papiro enrollado con su etiqueta en rojo en la que no es posible leer el título.
La esposa, con este gesto típico de otros frescos pompeyanos, acerca a los labios, para mostrarse en un acto de inspiración o meditación, su stylus, mágica y sencilla herramienta, con la que tantas veces se han plasmado en la memoria de la cera, desde recuerdos, sensaciones y pensamientos a sencillos o complicados registros contables
Terentius aproxima el volumen o rollo de papiro a su mentón para resaltarse como buen magistrado, conocedor de la política y la administración, contenidas en tan importantes, pero frágiles documentos
¿Quién es este personaje?
Durante años, por una inscripción, en la que se recomienda a un tal Próculo el voto a Frontón , en una panadería, pistrinum, a la que se podía acceder directamente desde una casa pompeyana (VI,ii, 6), en cuyo tablinum se encontró el fresco, se le identificó con el panadero Proculus, dedicado a la venta del pan a sus clientes en una tienda.
Procule Frontoni tuo officium commoda (CIL IV, 920):.
Próculo, cumple con tu deber con tu amigo Frontón!
Llegó incluso a efectuarse un análisis del rostro del hombre, en el que se destacaba la rusticitas – labios carnosos, ojos grandes, aspecto bronceado, mirada astuta de comerciante y de campesino-. Coincidiría, pues, con las facciones no de un intelectual sino de un simple panadero, más bien iletrado, y se intentaba identificar un origen humilde o un aspecto modesto con falta de cualidad intelectual , olvidándose que importantes juristas y literatos romanos, e incluso algunos emperadores, como Vespasiano, se caracterizaron precisamente por esta catoniana rusticitas.
Investigaciones posteriores, sin embargo, han concluido que seguramente nos encontramos ante el retrato de Terentius Neo con su esposa (ella con su collar de perlas, pendientes de perlas, manto rojo y él con su toga de magistrado), el propietario de la casa en cuestión, por la inscripción que aparece en un muro de la entrada
CVSPIVM - PANSAM AED - TERENTIVS
NEO - ROG
Cuspium Pansam aed(ilem) Terentius
Neo rog(at).
(CIL IV, 871):
Junto a su vivienda habría un "pistrinum" pero no entendido como una sencilla panadería o pistrinum sin más , sino más bien un amplio espacio donde se manufacturaba el pan y se almacenaría para su venta al por mayor y su distribución a otras pequeñas tiendas o a otros panaderos como el Proculus, al que se le pide el voto, como ya hemos indicado, en CIL IV 920. En este espacio no aparece el mostrador típico de las tiendas pompeyanas.
Y el tal Proculus sería de hecho el dueño de una tienda o pequeña panadería cercana (IX, iii, 10-12), en la que una inscripción lo vuelve a mencionar, esta vez pidiendo él mismo el voto mencionado
POPIDIVM - AED
PROCVLVS - ROG
Popidium aed(ilem) Proculus rog(at). CIL IV, 365.
Nuestro Terentius se ha identificado con el personaje mencionado con el epíteto de studiosus junto a Proculus en calidad de pistor en la inscripción CIL IV 875, de la vecina casa de M.Lucretius, pidiendo el voto para C.Iulius Poybius:
C - IVLIVM - POLYBIVM - II VIR - STVDIOSVS - ET – PISTOR
C Iulium Poblybium II vir(um) (Terentius Neo) studiosus et (Proculus) pistor (rogant).
El hecho de que no tuviera que estar atado al esfuerzo cotidiano de la venta diaria en una tienda le permitiría este otium litterarum, siguiendo una tendencia social propia de su época, y el epíteto de studiosus no sería sino el sincero reconocimiento por sus vecinos del barrio y conciudadanos, muchos de ellos iletrados o analfabetos, que lo admiraban por su cultura.
Así pues, nos nos encontraríamos ante una pareja de burgueses advenedizos o nuevos ricos que lo único que pretendieron fue ser representados, sin más, a la moda con los instrumentos relacionados con el otium litterarum, como sucede con otros pompeyanos, para que que se les relacionara a través de esta imagen, con parte de este sector culto y refinado pompeyano aristocrático, ligado al poder político o económico, bastante alejado de una población en la que el nivel cultural debió ser ínfimo y más alfabetizada que letrada.
En el caso de Terentius Neo y su esposa parece que su retrato tiene un cierto fundamento.
Las fotografías del fresco de Terentius Neo pertenecen a Scripta Antiqua.
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