lunes, 31 de octubre de 2011

MUERTOS VIVIENTES EN EL EJÉRCITO ROMANO. CANIBALISMO EN ARSE-SAGVNTVM

Noticia enviada desde el más allá por el Cinturón de Hipólita


Subtítulos de la escena de la película Satiricón de Federico Fellini. 1969

Personaje 1. Joven.
La nave que iba a llevar esclavos y preciosos bienes al África......no zarpará esta noche.
Nuestro patrón ha muerto. Dejó un extraño testamento, señor. Escucha:
"Todos los nombrados como beneficiarios de mi testamento......excepto los hombres libres, entrarán
  en posesión de todo lo que dejo......con la condición..de que despedacen mi cuerpo......y me coman a la vista de todos. Les suplico a mis amigos que no rechacen mi invitación......sino que devoren mi cuerpo
con el mismo entusiasmo...con el que enviaron mi alma al infierno". Eso es imposible.Tiene que ser una broma.
Personaje 2. Anciano sentado. ¿Por qué? En algunas culturas se acostumbra...que los miembros de la familia se coman a sus muertos. De hecho, los enfermos los culpan de su condición......porque hacen que su carne sepa mal.

Personaje 3. No me preocupa que mi estómago lo rechace. Obedecerá mis órdenes, si a cambio de una hora de náuseas......siempre tendré muchas riquezas.

De nuevo, el anciano sentado. Personaje 2- Ciertamente hay muchos ejemplos. Los saguntinos, cercados por Aníbal, comieron carne humana......y no esperaban una herencia.Y cuando Escipión conquistó Numancia......encontraron madres con el cuerpo mordisqueado de sus hijos, en brazos.
Yo estoy dispuesto a cumplir.


CAPITVLVM PRIMVM.-
"Omnes, qui in testamento meo legata habent, praeter libertos meos hac condicione percipient quae dedi, si corpus meum in partes conciderint et astante populo comederint. Apud quasdam gentes scimus adhuc legem servari, ut a propinquis suis consumantur defuncti, adeo quidem ut obiurgentur aegri frequenter, quod carnem suam faciant peiorem. His admoneo amicos meos, ne recusent quae iubeo, sed quibus animis devoverint spiritum meum, eisdem etiam corpus consumant."
Excaecabat pecuniae ingens fama oculos animosque miserorum. Gorgias paratus erat exsequi.
Cuantos reciban legados en mi testamento, excepto mis libertos, no entrarán en posesión de las mandas como no hagan pedazos mi cuerpo y se lo coman delante del pueblo reunido. No debe espantarles esta claúsula, porque sé que hay una ley en cierto país que obliga a los parientes de un difunto a comerse el cuerpo de este. Y tan cierto es eso que en el referido país se reconviene a veces  a los que padece larga enfermedad, porque con ello se echa a perder el cuerpo. Ese ejemplo debe animar a mis amigos a no negarse a ejecutar mis órdenes y a devorar mi cuerpo con tanto entusiasmo como empleen en maldecir mi alma.
La gran reputación de rico que gozaba Eumolpo cegaba  a aquella gentuza. Gorgias, declaró que se sometería a ello con gusto
 "De stomachi tui recusatione non habeo quod timeam. Sequetur imperium, si promiseris illi pro unius horae fastidio multorum bonorum pensationem. Operi modo oculos, et finge te non humana viscera, sed centies sestertium comesse. Accedit huc, quod aliqua inveniemus blandimenta, quibus saporem mutemus. Neque enim ulla caro per se placet, sed arte quadam corrumpitur, et stomacho conciliatur averso. Quod si exemplis vis quoque probari consilium, Saguntini oppressi ab Hannibale humanas edere carnes, nec hereditatem expectabant. Petelini idem fecerunt in ultima fame, nec quicquam aliud in hac epulatione captabant, nisi tantum ne esurirent. Cum esset Numantia a Scipione capta, inventae sunt matres, quae liberorum suorum tenerent semesa in sinu corpora."
"No tengo que temer del rechazo de tu estómago. Acatará tu orden si por el fastidio de una hora le prometes una compensación de muchos bienes. Cierra ahora los ojos e imagina que comes no vísceras humanas sino diez millones de sestercios. Añádese a esto que encontraremos algunos condimentos con los cuales podemos cambiar el sabor. Pues ninguna carne agrada por sí misma, sino que transforma con cierto arte y atrae la complacencia de un estómago adverso. Pues, si quieres que mi consejo se pruebe también con ejemplos, los saguntinos sitiados por Aníbal, comieron carne humana, y no esperaban herencia. Los petelinos hicieron los mismo en el extremo del hambre, y en ese banquete no perseguían otra herencia que sólo no morir de hambre. Cuando Numancia fue tomada por Escipión, se encontraron madres que tenían sobre su seno, medio devorados, los cuerpos de sus hijos"
Satiricón.
No os alarméis. Ya sabéis con qué delicadeza hay que tratar las fuentes literarias, y más cuando hablan desde una cierta lejanía. El Satiricón, novela escrita en el siglo I d.C. se está refiriendo a supuestos hechos ocurridos en el 218 a.C.
Carmen Aranegui,  eminente profesora y arqueóloga, y una de las personas que más sabe  del Sagunto ibero y romano,  en su artículo Sagunto y Roma habla en este mismo sentido:
"Y es que, en el curso de unas generaciones, la historiografía latina sustituyó, por una parte, la reputación heróica de Sagunto, por el anecdotario de los efectos que allí produjo la brutalidad de Aníbal, como refleja Petronio (Satiricón, 141.9) cuando dice que los saguntinos comieron carne humana durante el asedio cartaginés, pero, sobre todo,  por su capacidad productiva, que es conocida por Marcial, (XIV, 108), Plinio (Nat. XXXV, 160-161), Juvenal (V 24-29) o Frontón (Ep. De Eloquentia Ia) a través de sus vinos y de sus cerámicas, tachados, sin embargo, de mediocres. Y , por otra parte, se asiste a la utilización del término "saguntino" para designar productos provenientes del S. de la Tarraconense, de modo que la ciudad que había comenzado siendo singular pasará a ser centro artesanal y etiqueta regional de bienes considerados en la metrópolis provincianos. 
La relación, pues, de Roma con Sagunto está supeditada al tiempo. "
CAPITVLVM SECVNDVM.- Hace un año, mediante una práctica de brujería, y utilizando la magia del dibujo minimalista de origen gaditano, Juan Carlos Colorado (guión), Juan Luís Rincón (dibujo) y Agu Ariza (ilustración) consiguieron reanimar, ANNO DOMINI 2010, el cadáver de Zomerio Viriato, legionario del ejército romano republicano, muerto en combate en el 217 a.C., contra el ejército de Anibal, durante la Segunda Guerra Púnica, convirtiéndole en uno de los primeros zombis  de la Historia Antigua y de las legiones malditas y en un destacado caníbal.
Y  este Zomerio legionario zombi-caníbal , con aires del más puro existencialismo, se nos presenta prefiriendo la  "pizza" o bucellatum,  la posca o el mejor liquamen, aderezados con la mejor sangre y carne humanas, como un Hannibal cualquiera.
Este personaje de ficción tuvo buenos maestros del más refinado canibalismo , si nos atenemos a las fuentes literarias, y unos modelos de este refinado gusto culinario  entre los pueblos prerromanos que le precedieron.
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Aquí podéis leer más: Dolmen Editorial y Diario de Cádiz

Se puede leer más de este post en el Cinturón de Hipólita

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